“En muchos casos las mujeres adoptan el hábito de adquirir cosméticos como si se tratara de artículos de coleccionismo... “
¿La belleza a cualquier precio? Hablamos con la creadora de Cosmética con Ética, un blog donde se tratan temas tan dispares como la violencia animal y el maquillaje natural. Aunque tal vez no sean tan dispares. Tras muchas de las grandes multinacionales de la cosmética se esconde un luctuoso entramado de tortura y libre experimentación animal. Esta joven barcelonesa nos comenta cómo se encuentra la situación y qué soluciones hay para eliminar este tipo de prácticas casi primitivas. Hay alternativas, la belleza no es dolor, sino belleza. Y ella nos descubrirá un amplio abanico de alternativas naturales y, en especial, de decisiones éticamente correctas que cooperarán a desarrollar uno de los marcos más insesibles de la cosmética: la poca concienciación y la ignorancia del género humano.
________________________________________________________
¿Te has maquillado hoy?
No, hoy me levanté guapa sin ningún tipo de explicación...
Pero un alto porcentaje de mujeres usa maquillaje diariamente para arreglarse. ¿Crees que se hace un uso abusivo de la cosmética?
En muchos casos las mujeres adoptan el hábito de adquirir cosméticos como si se tratara de artículos de coleccionismo...
Ciertamente. ¿Y podrías explicarnos qué hay tras la mayoría de las empresas que comercializan estos productos de coleccionismo?
Lo mismo que detrás de prácticamente cualquier tipo de empresa: afán recaudatorio. En algunos casos esto se traduce en realizar avances de la forma más barata posible. Como son productos que se aplicarán directamente sobre la piel de las personas las empresas no escatiman en componentes, pero sí lo hacen en los costes del proceso de desarrollo del producto. Por eso se emplean –por ejemplo- animales para su experimentación. Ellos –los animales- no cobran y ellas –la empresa- no pagan.
Entiendo: buscan un probador que no cobre y que no quede insatisfecho ¿Qué es exactamente la vivisección o la experimentación in vivo?
Los laboratorios realizan una serie de pruebas sobre los animales que van más allá de averiguar qué reacción hace tal o cual componente en sus pieles. Testan los componentes de todas las formas posibles incluso para fines a los que no van destinados. De esta forma una sustancia que solo tiene como destino depositarse en la piel (un maquillaje cualquiera, supongamos) es probada también en sus ojos o en sus bocas. Y repito, el fin no asegurar que el producto no es lesivo, sino hacer mil y una repeticiones para averiguar cuántas de estas son necesarias para provocarle un shock al individuo. Por algún extraño motivo el hombre lleva desde los inicios de la especie metiendo la pata, creyendo que tiene derecho a decidir quién tiene que servir a quién. Y lo vemos entre razas, entre sexos, y, ¿cómo no?: entre especies.
Tengo entendido que los gobiernos, los ejércitos, las grandes corporativas, se abastecen de animales para probar sus armas químicas, biológicas o nucleares.
Claro. Muchas veces, a lo largo de la historia, nosotros mismos hemos servido para ese fin ¡Cómo se iba a tener mayor consideración con ellos! Se trata de sentido común.
Sentido común, que no sentido ético, ¿no?
Desde luego, esto segundo escasea mucho. Y es el nido de la experimentación y violencia animal.
Y por ello utilizas esta palabra -ética- para tu página web. Explícanos cómo surge la idea de crearla y qué temas tratas generalmente en ella.
Sí. No creo que introducir la palabra "ética" en el nombre del blog me proporcione demasiado éxito (como la de otro blogs de cosmética), pero precisamente esa palabra es la que me rondaba la cabeza cuando decidí empezar todo esto: en ella radica el conflicto. ¿Cómo surge la idea? En realidad no es una labor tan altruista como parece: siempre he investigado cuáles son los productos libres de experimentación; ahora, con la página, lo sigo haciendo pero publicando mis averiguaciones. Con ello trato de extender mi idea de la ética. ¡Hay que boicotear a las marcas que no tienen una filosofía respetable! Me gustaría que la información llegara al mayor número de personas para que éstas puedan ver la cantidad de alternativas que tienen. La mejor manera es dándole el trabajo mascado a la gente. En mi afán por encontrar información fiable y sin contradicciones me di cuenta de que muchos de los datos que circulan por ahí todavía nos confunden más. Eché en falta algo como lo que estoy intentado crear. Quiero plantearme el blog como una plataforma fiable y de confianza; que la gente crea en todo cuanto en él se dice. Los seguidores pueden estar seguros de su información. Para ello, en primer lugar, contacto con ciertas marcas que me parecen fiables, para que puedan aclararme cualquier duda o falta de información. Una vez que la marca queda clasificada como totalmente fiable, podemos empezar a tratar temas que resultaran más atractivos a la mayoría de seguidoras/es: comentar productos, compararlos...
Yendo por partes. Tú sí conoces la experimentación animal que hay detrás de muchas de las cosméticas multinacionales, pero, ¿crees que la mayoría de consumidoras, o consumidores, son igualmente conocedores del dolor animal que se esconde tras su maquillaje, pintalabios, sombra de ojos, o de su espuma de afeitar?
Hay gente que todavía desconoce el entramado violento que hay detrás de su belleza. Pero creo que a la mayoría de gente no les importa. Le resulta más fácil creerse los anuncios de la tele, presumir de lo glamuroso que es llevar X perfume, o tener un amplio abanico dónde elegir el siguiente gel que van comprar.
Vanidad… ¿Piensas, pues, que solución reside en concienciar a la sociedad?
El problema es que el ser humano está convencido de que se encuentra en el peldaño más alto de evolución. Piensa, no, está convencido de que tiene todo el derecho a usar y abusar de todo cuanto le rodea: “todo para servirme”.
Aquella adoración que tiene por sí mismo el género humano. Un escritor alemán dijo: "la belleza, como el dolor, hace sufrir". Supongo que no importa el precio con tal de lograr el fin. Pero no son precisamente pocas las Asociaciones o Plataformas que velan por el derecho de los animales. ¿Cómo regula la ley todo esto?
La ley es aquí, como casi en todas partes, una herramienta muy confusa. Todo son contradicciones, normativas y más normativas que unas se dan de patadas con las otras. Incluso muchas empresas aseguran que las propias leyes les obligan a realizar test en animales vivos, pero sabemos que la ley las exime de cualquier tipo de tortura. Creo que la mayoría de aberraciones que se cometen hoy en día se hacen al margen de la ley, y si no: hecha la ley, hecha la trampa.
Comentabas que cada vez más la gente conoce este tipo de prácticas violentas; que el trabajo ahora es la concienciación. ¿Hay, sin embargo, algún país más sensible que otro?
Hay normativas diferentes en cada país, pero las empresas están globalizadas. Son las marcas las que deciden su política y si quieren vender un producto, lo venderán.
Pero en última instancia son los consumidores quienes deciden qué marca comprar y qué marca dejar en el mostrador. ¿Iniciativas como la tuya cooperan en este tipo labor?
Contribuyen, pero la decisión final siempre es del comprador. Desde el blog sólo puedo intentar evitarle el proceso de búsqueda a la gente y darles la chuleta. Dar un poco de promoción a marcas que hasta ahora pasan un poco inadvertidas... Y poco más.
¿Qué alternativas hay a la experimentación animal?
Según la marca a que te refieras. En el caso de la cosmética completamente natural, es tan simple como fabricar productos a base de ingredientes naturales: cuando no hay química no es necesario demostrar la inocuidad de ningún ingrediente y a la vez no es necesario estudiar cómo reacciona la piel ante tal componente. En el caso de la cosmética convencional, la reacción a los componentes se puede estudiar in vitro, mediante recreaciones de piel humana en un laboratorio. Y una vez verificada la fiabilidad de un componente el producto final puede ser probado en humanos voluntarios sin ningún tipo de peligro. Otra opción es utilizar ingredientes que ya se ha demostrado que son seguros, pero para que esto último fuera posible tendría que haber mucha menos competencia entre marcas, ya que mientras unos avanzan y lanzan nuevas fórmulas, los demás no se pueden permitir dormirse en los laureles...
¿Y no encarecen estos métodos ecológicos los precios de los productos?
En realidad no. Lo que más encarece los productos es la publicidad que se hace de ellos. Marcas como Loreal, Dior y similares se gastan auténticos pastizales en publicidad, para la televisión, para las revistas etcétera. Contratan a actrices y a modelos muy cotizadas para ser imagen de sus campañas... Al final lo que estamos pagando es todo eso. En cambio si menciono marcas como Sleek o Kiko muchas personas no sabrán de qué estoy hablando, porque el gasto en marketing es nulo, y eso hace que podamos pagar por un artículo 8 euros en vez de 60...
Recuérdanos la dirección de tu página web.
Terminamos. Antes, sin embargo, imagínate que lo que dijeras se cumpliera, que tuvieras un extraño y sensorial poder para influenciar a los consumidores de cosmética. ¿Qué les dirías?
No hay comentarios:
Publicar un comentario