Quisiera saber imperfectamente por qué aquel hombre niega con tanta
rotundidad la petición del chaval. Es evidente que le está pidiendo algo. Por
la seda de su camisa y el garbo cenestésico con que gesticula el chaval bien
podría tratarse de una cuestión de dinero. Tal vez el hombre sea el padre y el
alquiler, demasiado alto. También existe la posibilidad de que el hombre sea el
suegro o, lo que es mejor, el futuro suegro del chaval. ¿Habrá aun sujetos que
declaren al prójimo varón su voluntad de casarse con las hijas? Parece
improbable, pero tampoco se debe descartar, que los veinticinco o veintisiete
años del chaval no hayan traspasado las conductas veniales del sexo. A juzgar
por la belleza del hombre –altivo, alto, de barba canosa, rudo en facciones
pero de sensibles expresiones-, la chica no puede ser virgen en ninguno de los
casos; la genética yerra en muy pocas ocasiones. Así, tampoco dudo de la
ejemplar disposición de la chica frente a las coces incesantes de sus pretendientes.
Pero si las felaciones propinadas han sido moralmente decididas, también las
bocas posadas en su Venus habrían sido infranqueablemente premeditadas. Desde
aquí se ve un brillo dorado en el gollete del hombre cuyo círculo, y esto es
solo una hipótesis, se cierra a la altura del esternón. Sigue siendo
hipotético, y por tanto probable, pero no ardería si digo que en el pliegue de
la cadenita cuelga una cruz presbiteriana. Tiene que ser presbiteriana y no
latina o de San Pedro satánica por las mejillas en exceso bermejas del hombre.
El cano de la barba, por ejemplo, es de tendencia desarrollable, es decir, que
antes ha sido de otro color. Esta evidencia se rompe con una irregularidad: por
su tonalidad la barba anterior no habría sido bajo ningún concepto negra, sino
pelirroja.
(Pongo aquí el enlace a la revista para que se pueda leer completamente: en ella se lee igual, se puede comentar igual y, además, visitáis la web: Sobrevive en ella la tecnología)
Marc V.
Never understand...
ResponderEliminarAdivinas tantas cosas con las facciones, los colores y las expresiones y yo me callo, pero antes te digo que nunca creía que prejuzgar fuera tan efectivo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Siempre usas las palabras de un modo tan efectivo... Voy a leer el resto.
ResponderEliminarMientras tanto, te dejo un concursillo que hemos organizado en Caos en los muros. La palabra "concurso" crea una inmediata imagen mental de una panda de borregos mandando SMS o copiando enlaces en sus muros de FB, pero espero que esto no degenere tanto:
http://lodoincendiario.blogspot.com.es/2012/12/i-concurso-caotico-another-blot-in-wall.html
(Ahora me voy a la revista)